A pesar de que todavia discuto como se pronuncia blog, el hecho irrenunciable es que debo tener uno para publicar mis puntos de vista, diferentes a los que aparecen en los medios, consecuencia de que mis opiniones no gocen de la simpatía de quienes los manejan. El que no acepta la tontería institucionalizada, la mas de las veces trágica, fácilmente es calificado como terrorista. Asi que les damos la bienvenida. Como decía la mamá de Napoleon, ojalá que dure.
Monday, November 5, 2012
AMERCA LATINA ES TODA IGUAL
UNA VARIANTE DE LA CORRUPCION
CREDIBILIDAD Y ESCEPTICISMO
Monday, October 1, 2012
SIMPLES REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN Y CULTURA
Difícil hablar de educación, y como consecuencia de cultura en un tiempo que vive en permanente crisis de valores. La expresión crisis no implica necesariamente una condición negativa, porque también señala crecimiento. Paraguay y el mundo en general, procuran cada día destruir valores relativos que definieron la fisonomía de la sociedad. Estos valores no son claramente conocidos y aceptados por un sector importante de la comunidad. Fueron asumidos por las clases dirigentes.
Friday, September 28, 2012
CUAL ES EL FUTURO?
Un analista de la economía que pocos escuchan, dijo que “Un
Thursday, March 8, 2012
DEMASIADOS LEGISLADORES
La propuesta surge de un severo auto análisis, del diputado proyectista que llegó a importantes conclusiones. La primera y principal es que los legisladores son demasiados, y para llevar a cabo una tarea liviana y de pocas consecuencias no es necesaria tanta gente. En segundo lugar, la multitud de legisladores, legislen o no, implica gastos innecesarios, e inevitables.
Si agregamos asesores, choferes, vehículos y secretarias, el gasto se multiplica. Comparto la idea de disminuir el número de legisladores y asesores, pero no comparto la idea de disminuir el número de secretarias por razones obvias.
El análisis del diputado proyectista advierte que la confusión y la desorientación se incrementan con el número, lo cual implica no solamente una simple operación aritmética, sino un hecho conceptual de mayor trascendencia.
La Constitución del cuarenta, creó un congreso unicameral de sesenta legisladores.
Con la reforma de la Constitución del 67, durante el gobierno de Stroesner se impuso la integración con 80 diputados y 45 senadores. El diputado fue proyectista de la propuesta y tiene razón. Son demasiados.
Durante los gobiernos de Carlos Antonio Lopez y el Mariscal Francisco Solano, había también bastantes legisladores.
No se muy bien como eran elegidos, pero lo saludable era que el congreso de representantes se reunía cada cinco años, para escuchar el discurso del presidente.
No sé si cobraban sueldo, pero en todo caso serían compensados de alguna manera, por molestarse en llegar a la reunión. desde diversos lugares del país cada cinco años, sin automóviles ni rutas adecuadas. Un poco como ahora. Escuchaban y no hablaban. Algunos se aventuraban a decir que todo estaba muy bien, con la esperanza de no ser mal interpretados.
En el caso de que fueran mal interpretados podían ser fusilados inmediatamente, porque en cualquier país bien organizado discutir con la autoridad o introducir disenso configura una flagrante traición a la patria.
A la luz de la experiencia histórica, el Congreso de Representantes del período de los Lopez parece el mas sensato y eficiente, aplicando, es claro, la misma metodología.
Una breve reunión de dos días cada cinco años de absoluto silencio, para evitar el macanero; y en algún caso el vivificante estampido de los fusiles para estimular la representación legítima del pueblo.
GENERALIDADES SOBRE EL DESORDEN
Después de muchos años de gobierno autoritario el país tuvo oportunidad de hacer una nueva constitución, destinada a ordenar la vida institucional mirando hacia el futuro. Hizo lo contrario. Elaboró una constitución mirando el pasado, procurando que ningún poder del estado tuviera la libertad de acción y la autoridad suficiente para ejercitar su tarea. No se sabe si el desorden introducido por la constitución en la vida institucional, fue la consecuencia del desorden mental de los constituyentes.
Lo cierto es que hoy padecemos absurdos, morales y jurídicos, que alteran de manera aparentemente irreversible, la realidad nacional.
Dos personas pueden ser condenadas mediante la aplicación de una norma jurídica. Una de ellas denuncia la inconstitucionalidad de la norma, obtiene una decisión favorable de la Suprema Corte y sale en libertad. La otra continúa en la cárcel. La norma fue invalidada por inconstitucional, solamente para el primero. La acordada de la Corte carece de valor universal. El segundo continuará preso. Parece cosa de locos.
El Parlamento inició una acción tendiente a que la Corte resuelva si un decreto es inconstitucional. En el caso de que confirme su inconstitucionalidad, la acordada será válida solamente para el Parlamento y para la Suprema Corte. Para el resto del país será constitucional. Parece de locos.
Por eso el desorden académico e institucional genera desorden moral. Los partidos son dueños de las bancas de los legisladores y estos integran las listas de candidatos. Cuando el partido es votado por el pueblo, el legislador se sienta en la banca. Como consecuencia del desorden moral e institucional supone, erradamente, que la banca es propia. Entonces, si le da la gana se pasa al adversario.
Ignora el hecho de que nunca hubiera obtenido esos votos por sus propios méritos. La ambigüedad institucional y el desorden moral fabricó abogados, verdaderos profesionales en la distorsión de la realidad y la chicana, y legisladores expertos en un errático tránsito por diversos sectores políticos, según sus aspiraciones personales. También según el oportunismo generado por su ambigüedad moral.
Esto es posible por la Constitución que supimos conseguir. La metodología parece haber sido la confusión, el desorden mental y moral y la inseguridad hacia el futuro.
Ocurre por legislar mirando el pasado.
Me pregunto quien hará una propuesta inteligente para superar estos absurdos jurídicos, que implican un lamentable trastorno moral.
DISPAREN CONTRA LA PRENSA
Mas allá del macaneo democrático de los funcionarios y dirigentes de los diversos sectores de la comunidad, las crisis, entendiendo esta expresión como una definición de circunstancias no convencionales, demuestran que la democracia todavía es en nuestro país una suerte de mito inalcanzable, ignorado por torpeza, estupidez u obsecuencia, una rutina de sometimiento a la autoridad transitoria, sin entender que tarde o temprano esa autoridad y sus servidores deberán dar cuenta de sus actos. Deberán? O deberían?
Los jóvenes custodios de la concentración religiosa en Caacupe, actuaron contra los periodistas con la misma primitiva e injustificable violencia de los capangas del presidente y de su ministro del interior. Los periodistas deben ser, para estos funcionarios civiles o militares, ocasionales o permanentes, la expresión de una realidad incontrolable que debe ser reprimida siempre, por las dudas, aunque ningún hecho específico lo justifique.
Los guardianes de la Iglesia y de los funcionarios deben saber que el periodismo constituye una de las expresiones mas reveladoras de la condición institucional de la nación, de manera que la agresión contra los trabajadores de la prensa debe interpretarse como la opinión profunda y auténtica de esos señores sobre su particular idea de democracia.
Los periodistas no somos absolutamente la democracia, ni pretendemos presentarnos como vestales impolutas de la comunicación. En nuestro gremio, como en cualquier otro, existen buenos y malos, venales y honrados, servidores incondicionales al patrón de turno o espíritus independientes que expresan e interpretan los intereses de la comunidad. Son muy pocos, pero existen.
En cualquier caso, la actitud de los violentos contra la prensa, pone en duda la autenticidad del recitado democrático que se ha convertido en el discurso preferido, precisamente de quienes no tienen la menor idea de lo que es democracia ni respeto por la labor informativa, a la cual acuden en cada momento en que es agredida su condición de ciudadanos, porque un periodista iluso pretendió escribir la verdad, antes que el director propietario lo expulse por indisciplinado.
La bochornosa agresión contra los trabajadores de prensa muestra una realidad que imaginábamos superada. Sin embargo, continúa participando de la ambigua y retrograda actitud de un autoritarismo ancestral, siempre alerta contra la libertad y la democracia.
Wednesday, February 22, 2012
DIVAGACIONES DE UN HARAGAN
Hace más de un año ya las vecinas comentaban, según mi tía Edelmira, que los ministros de la corte pensaban radicarse por vida en el palacio. No me atrevo decir palacio de justicia, porque me produce acidez y me tiembla la mano. La discusión no se centraba en permanecer o no, en eso había coincidencia total, sino en el límite de edad. Pensaron inicialmente en poner cien años como límite de edad para jubilarse, pero contra toda presunción les dio vergüenza. Finalmente, superada la vergüenza, condición molesta e inaceptable para ministros o ministras de la corte, el retiro se fijó en setenta y cinco años con buena salud. Y si la salud es mala, igual.
Esta voluptuosa pasión por la longevidad burocrática, siempre según la opinión de las vecinas, tiene justificativos serios.
Aseguran la impunidad por ciertas cuentas que no cierran como dicen mis amigos economistas. Dejamos de lado los muertos, porque estos pasaron a la historia y como dice Pepe, el que se muere es el que se jode. Y sin chistar. Y los asesinos e instigadores? Bueno, allí está la clave de la eternización de la corte. Si por pura e insoportable fatalidad, se perturba el previsto orden de las cosas, y aparecen reemplazantes en la corte, que no están dispuestos a continuar el juego, entonces se va todo al diablo y unos cuantos a Tacumbú. Si es que existe la remota posibilidad de que un ladrón rico o un asesino poderoso vaya a la cárcel, hipótesis sin precedentes en el folklore nacional.
Produce otras consecuencias la apasionada adhesión de los ministros a su condición de tales. Algunos socios cuyo nombre no recuerdo ni interesa, accederán al senado por la ventana, ya que la legalidad les cierra la puerta. ¿Para qué quieren acceder al senado? Los conspiradores tendrían mayoría y echarían a presidente, que tiene la absurda pretensión de terminar con ladrones y asesinos. Propuesta inmoral e inaceptable para la multitud de parlamentarios, ministros y ex ministros, militares, vendedores de la calle Palma, contrabandistas, narcotraficantes, tratantes de blancas de negras y mestizas, evasores fiscales, vendedores armas y traficantes de rollos, solo para mencionar algunas legítima actividades de los muchachos que quieren que el cura se vaya
Y este no sabe lo que se prepara? Allí comienza la fantasía. ¿Qué hacer? se preguntó Lenín antes de la revolución de octubre en Rusia.
No estamos en Rusia y el presidente no es Lenin. Se pueden hacer algunas cosas, dice alerta e ingeniosa la tía Edelmira. El presidente puede ordenar al ejército, para eso es el comandante en jefe, que ocupe el parlamento y envíe a su casa a todo los planilleros que figuran como legisladores. El edificio desocupado puede convertirse en escuela o en un prostíbulo, de manera de no cambiar el perfume histórico que dejaron los inquilinos expulsados. A los ministros de la corte habría que respetarlos por la edad. No se debe agredir sus delicados sentimientos. La propuesta de las vecinas, es que se les instale una carpa en la plaza frente al edificio que se niegan a abandonar, por puro amor a la justicia. Cabe la posibilidad de que jueces, abogados y gestores que los acompañaron en su aciaga y difícil lucha por incorporarse plenamente al mundo capitalista, los asistan con generosas participaciones, en recuerdo de sutiles operaciones aritméticas que dieron andamiento a la justicia durante muchos años. ¿Serán capaces de abonar el recuerdo melancólico del pasado, con nuevos abonos que permitan sobrevivir decorosamente hasta el fin de la extensa vida que se adjudicaron?. Quién sabe No se debe confiar demasiado en la gratitud humana.
No se puede anticipar si el presidente reaccionará con estas medidas revolucionarias, contra el golpe de estado. Y que por ahora los conspiradores escamotea responsabilidades económica y penales, para preservar el sagrado orden de las cosas.
Dicen las vecinas, que si el presidente no toma estas medidas en pocos meses retornará a su casa, donde se dedicará a meditar sobre el extraño destino de hombres (y mujeres) que ignoraron el mensaje de la historia.
Y la gente? Que hará la gente? Quien es la gente? Se supone que es el pueblo que transita entre el desaliento, la fatiga moral y la bronca. ¿Y eso sirve? No se. Habrá que preguntar a las vecinas, ellas saben todo.
Tuesday, February 21, 2012
SIMPLES REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN Y CULTURA
Hoy no es así. La estructura de valores que de alguna manera estableció las pautas con las que se relacionó la comunidad fue erosionada y destruida por la especulación, la ambición, la discriminación, el abuso de poder y el acceso a la conducción de la sociedad de personas sin formación.
La educación no implica solamente el necesario relacionamiento
entre maestros y alumnos. Depende de la formación intelectual del maestro y la metodología aplicada para mejorar su condición docente, así como de la calidad intelectual de los alumnos.
El proceso de formación cultural es interactivo, aunque de una manera general los docentes no lo perciben de esta manera. El problema es que en general los docentes no están adecuadamente formados para ejercer su tarea y los alumnos llegan al colegio con la mente suficientemente deformada por la televisión, los prejuicios, el medio familiar, y la ausencia de datos formativos.
Su mente es una esponja que no discrimina, e incorpora toda la in formación, generalmente mala, que provee la calle, los amigos, y la familia.
Para abrirse paso en esa maraña de desinformación cultural, el maestro, maestra o profesor deben estar adecuadamente dotados y formados. Indispensable para aventurarse con solvencia en ese desierto, como consecuencia de que los integrantes de las propias familias carecen de interés, u oportunidad para enriquecer su mente o son víctima de la negligencia. Cualquiera sea su nivel social o económico también se formaron o deformaron en un ámbito reñido con la cultura.
Hacemos un análisis de la conducta de la mayor parte de la población, aceptando que hay excepciones, no muchas, que no invalidan por su número relativo la conclusión general.
Es lógico entonces que jóvenes y adultos padezcan de un universal desinterés por la lectura, lo que genera desinterés por el conocimiento. Los hijos, de alguna manera imitan a los padres. La responsabilidad entonces se reparte entre padres, relativamente ignorante y desinteresados por la cultura, maestros con mala formación elemental y la influencia de los medios de comunicación, particularmente la televisión, instrumento perverso, destinado, según su utilización, a destruir la mente de niños y adultos.
Esta reflexión involucra a los medios gráficos, conducidos y producidos por quienes se autodefinen arbitrariamente como periodistas profesionales, Estos transfieren limitaciones culturales, muchas veces una sólida ignorancia, así como ausencia total de principios éticos, a los lectores que no se limitan a leer avisos comerciales.
Como consecuencia, la población es analfabeta o medianamente analfabeta. Saber leer y escribir, fenómeno no generalizado, constituye un relativo progreso, que no significa introducirse en el mundo de la educación. Pero es un primer paso orientado hacia el acceso a la cultura.
La condición mediocre de la educación, alcanza a los profesionales, situación que se revela en la simple lectura de sus informes y proyectos. Más allá de la lectura y la escritura existe la verdadera educación y la cultura.
Los gobiernos, estimulados por funcionarios del área de la educación, y por directivos de empresas vendedoras de equipos, suponen, equivocadamente que se puede resolver el problema de la falta de educación, con la introducción de elementos mecánicos como las computadoras.
Alientan el mito de que entregando a cada estudiante una computadora, se llegará, por obra de la natural dinámica de los hechos humanos a terminar con el analfabetismo. Se propone entonces la formación de analfabetos funcionales. Sabrán leer y escribir sin mayores problemas, porque finalmente, las faltas de ortografía las corrige la máquina. Algunos llegarán a técnicos en computación, tan ignorantes como cuando tomaron contacto con el instrumento, en el que depositaron sus esperanzas los profesionales de la educación, para los cuales, la cultura sigue siendo un misterio insoldable.
La computadora es una máquina, en principio vacía. Alimentada por fabricantes o distribuidores con programas con diversos sistemas operacionales, indispensables para su funcionamiento.
Puede compararse con un automóvil moderno bien concebido. Sirve para trasladarse o para estrellarse. Depende de quien lo opere. Sin duda, manejar una computadora constituye un hecho cultural tan importante como saber manejar el cuchillo y el tenedor, para comer cada día. Cuando hay oportunidad de comer cada día.
Para introducirse con solvencia en el mundo de la cibernética, particularmente en países con amplios márgenes de pobreza, profesores y funcionarios, deben tener resuelto el tema de la comida. Para que la computadora cumpla, aún parcialmente, su objetivo de instrumento de educación. Constituye una proeza introducirse al mundo de la cultura con el estómago vacío.
De otra manera los estudiantes son precipitados a la mayor desorientación. Lo que constituye también un hecho cultural, lamentablemente demasiado frecuente.
Los filósofos han concluido que cultura es todo lo que constituye la actividad humana. Estudiar, comer, hacer el amor, procrear, casarse o todo lo contrario, hacer deporte, trabajar, vestirse, crear, hacer la guerra, construir o destruir. Todo es cultura. Se puede enfrentar y analizar con absoluta asepsia, académicamente, o descubrir los hechos culturales que sirven al desarrollo de la mente y coadyuvan a la libertad creadora de la inteligencia.
Alcanzar niveles culturales que agreguen un valor positivo e inteligente a la comunidad, no es fácil. Lo más grave es el acceso a la parcial conducción del pueblo de quienes por soberbia e ignorancia se suponen cultos.
Como aquel personaje de Sartre en El Muro, que estudió el diccionario de memoria, para ser considerado culto. Cuando repreguntaron por Napoleón respondió: A la N todavía no he llegado.