Saturday, March 23, 2013

LOS CAMPESINOS


 
La prensa y los políticos se esfuerzan por describir y comentar la situación del campesinado. Desarrollan anécdotas, mientras soslayan  el análisis socioeconómico de la realidad del campo,
    según información imprecisa, no confirmada, por 
    inexistencia de datos oficiales que arrojen luz sobre la 
    realidad. El diez por ciento de la población ocupa, opera y
    maneja como propio el 90% del territorio nacional.
    Mientras que el 90 % de la población campesina ocupa y  
     opera el 10% del territorio. Las cifras son arbitrarias porque no 
     existen estudios que puedan ser aceptados como reales.
     Agudiza el problema el hecho de que  la población campesina    
     se multiplica, no encuentra respuesta a las necesidades básicas  
     de espacio, tierra y recursos para producir, de manera que
     abandona su lugar de nacimiento y busca en las ciudades
    oportunidades para trabajar y sobrevivir.
    El país sin desarrollo suficiente por falta de industrialización,
    no ofrece soluciones para que los campesinos emigrados del
    interior, resuelvan sus problemas.
 Esto determina la formación de villas de emergencia de las cuales surgen nuevos problemas con epílogos inevitables que terminan por destruir el orden básico de la vida social.
    
Con estos datos es fácil advertir la inequidad básica de la estructura social, con una amplia secuela de atraso, ignorancia, corrupción y violencia.
Cuando se publicitan los problemas del campo y las consecuencias sociales del subdesarrollo, se evita señalar el problema básico de la  distribución de la tierra, arbitraria y muchas veces de origen espurio.

La propiedad de la tierra integra un cuadro de confusión
    deliberada. A lo largo de los años un sector importante del         
     territorio nacional fue repartido de manera arbitraria para
    satisfacer intereses políticos. A la vez, los cambios de rumbo en  
    esta materia, y consecuentemente de eventuales beneficiarios,
    generó una superposición de títulos de propiedad que hicieron
    perder de vista al verdadero propietario, a la vez de introducir
    confusión en el conocimiento real de las propiedades del estado
    que fueron utilizadas como valor de cambio, en la satisfacción
    de intereses políticos y comerciales.

    De allí  que constituirá una ardua tarea desentrañar    
    de que manera  que se puede introducir cierta racionalidad,  
     en el caso de que se intente ordenar el sistema, evitar
     injusticias y resolver puntos básicos que discriminen entre las
     propiedades legítimas de las que no lo son


La vigencia del sistema democrático, la administración de justicia  y la actividad política partidaria con sus mas y sus menos, genera la irrupción de la voluntad de cambio de los campesinos, alentada por grupos políticos dispuestos a aprovechar la inequidad para favorecer intereses de grupo o sector.

Los campesinos se movilizan de manera multitudinaria, ocupan propiedades, interrumpen la actividad de empresas y tenedores de la tierra. Se ha sumado un nuevo fenómeno, cual es la inmigración de productores extranjeros que, con o sin derechos reales, se instalaron en tierras que los campesinos nativos consideran de su propiedad, fundados en derechos atávicos, costumbre, tradición,  historia y ocupación ancestral.

Los derechos exhibidos por los campesinos estimulados por algunos operadores políticos, son tan ambiguos como los exhibidos por los ocupantes extranjeros, lo que introduce nuevamente una confusión en la cual intervienen sentimientos y  convicciones nacionales que se enfrentan a intereses considerados foráneos, a la luz de esquemas políticos tradicionales, ocasionalmente reñidos con  el conceptos de integración geográfica, política y social que es y será por mucho tiempo tema de discusión ideológica fundada en intereses materiales.

En cualquier caso, en el ámbito local el enfrentamiento entre campesinos y tenedores de la tierra, con fundamentos reales o no, se ha constituido en un problema vital  Es decir de sobrevivencia.

El problema mas grave, que apunta a aumentar la confusión, consiste en que la mayor parte de los políticos y empresarios que trabajan en el agro, se esfuerzan por considerar las ocupaciones de tierra  y los problemas derivados, como problemas policiales, y no como problemas socio económicos, ignorando deliberadamente el origen de la situación y sus fundamentos.

Se trata de una actitud de conveniencia personal, amparada por la ley, que aparentemente no está obligada a considerar la situación  social y económica de los campesinos. Se trata de una situación, que los políticos  han optado por ignorar, lo que agudiza el problema sin miras de solución, a la luz de una interpretación que revela desinterés  o irresponsabilidad.


En los discursos de políticos y de voceros de agrupaciones empresarias vinculadas al agro, se ignora sistemáticamente la inequidad y condenan las reacciones campesinas sin analizar las causas.
    La ausencia de diálogo y comunicación entre campesinos y  
    tenedores de la tierra, impone un silencio que agrava el tema no  
    resuelto, utilizando en cada caso la  violencia de uno u otro
    signo, rechazando cualquier amago de solución. Nadie está
   dispuesto a negociar sobre la base de la realidad. Cada uno
   confía en que finalmente cualquiera sea el método utilizado se
   impondrá sobre el enemigo, sin entender que no se trata de
   enemigos sino no de  ciudadanos del mismo país.
   El problema de la tierra, expresión que intenta definir una   
   compleja situación socio económica  que arrastra la historia
   nacional desde el pasado, constituye un item fundamental en la
   búsqueda del desarrollo económico y social, como  clave
   ineludible del progreso.
    Sorprende que  en las campañas políticas ningún partido oficialista u opositor ha fundado su discurso en proyectos destinados a resolver los problemas económicos y sociales de fondo, ya sea por especulación e intereses personales, o por desconocimiento de la realidad.  
El país esta viviendo un  proceso de inquietud por expectativas de cambio. El gobierno, ejecutivo y legislativo, se sumergen en la semántica, con el único propósito de conservar el statu quo, sin entender que la complejidad del mundo contemporáneo castiga a quienes no están preparados, o no son capaces de enfrentar los hechos con inteligencia y audacia.
Los sectores populares, la clase media y aún los grupos  de clase alta que deben luchar para abrirse paso en la maraña que configura el desorden y la ausencia de racionalidad,  se sienten abandonados.
El panorama es deplorable, acentuado por la participación de los medios, los intereses espurios de sus propietarios y la mediocridad de los periodistas y analistas políticos y económicos, aferrados, por falta de lucidez, a conceptos perimidos que fracasaron en el pasado

                                                    

CARTA DESDE ACAPULCO (I)



Hernán Cortés fue un buen soldado, un astuto político y un entusiasta conquistador. También un inteligente operador de bienes raíces. Instaló ciudades y desarrolló áreas del territorio conquistado, eligiendo los lugares más bellos y estratégicos de la Nueva España, para que, después de mucho sufrimiento, heroísmo y una trágica alegría creadora, se convirtiera en la república de México.
Acapulco, paraíso desde el cual los recuerdo con melancolía, fue una de sus genialidades. Cortés ganó con  justicia el titulo de Marqués del Valle de Oaxaca, donde esta Acapulco, por lo cual existe Puerto Marqués que recuerda al señor del territorio.
La condición de república de México es institucional, reconocida y dinámica, pero su concepto profundo no es todavía demasiado claro. Ocurre que la disputa entre conservadores y liberales. resuelta luego de varias guerras terribles y a la vez integradoras, de triunfos y fracasos de ambos bandos, parece ignorar el período anterior a la conquista española. Institucionalmente y culturalmente los mexicanos fingen haber olvidado tres mil años de civilización precolombina que curiosamente esta presenta en la vida política, cultural y psicológica del pueblo que en lo profundo de su ánimo ama sus ancestros, los respeta y los recuerda de todas las maneras posibles.
Me atrevo a decir que, sin conocer tanto como desearìa este país inagotable, los criollos perdieron parcialmente la partida, aunque ejerzan parte del poder. Se impusieron los mestizos y los indios, lo cual confiere al país grandeza, fuerza e imaginación creadora, condiciones que lo convirtieron en potencia económica y cultural, aunque muchos de sus dirigentes políticos, y manipuladores económicos quieran ignorarlo..
El estado de Guerrero, donde Cortes fundó Acapulco, vivió la semana pasada una elección para elegir gobernador y otras autoridades, que refleja con nitidez el país que fue y el país que adviene, por la fuerza indomable de su historia. El gobernador ganó por 19 mil votos en un comicio en el cual se supone que hubo mas de 70 mil votos comprados, por lo cual su legitimidad es discutible. Aceptada en un raro consenso que confía en un futuro que terminará aventando los viejos métodos y trampas de una política tortuosa operada, cada vez en menor medida,  por caudillos que representan la ambigua formalidad institucional.
Acapulco ofrece la fisonomía controvertida y apasionante de la historia de México. La cultura precolombina ancestral y viva, los rastros de las guerras civiles entre conservadores y liberales, el afán de la iglesia por prevalecer, los resabios de varios imperios fracasados, y la más extraordinaria explosión económica y social.  Se introduce impetuosamente en el mundo de la tecnología y el progreso para todos, cualquiera sea el color de su piel o sus convicciones religiosas.       

CARTA DESDE EL ORIENTE (III)



La globalización entró en China continental. La apertura de la economía, aunque calculada y por sectores, ha generado nueva actividad económica y complicados conflictos sociales. El país es grande y la población numerosa, de allí que los problemas sean proporcionales a esa realidad y las soluciones remotas y casi imposibles. 
La apertura implica sinceramiento. Un profesor universitario, economista y analista político, discrepa con el régimen y declara que las estadísticas oficiales son incorrectas, conducta imposible imaginar hace varios años.
Feng Lanrui, de la Academia de Ciencias y Tecnología China, dice en un comunicado que para el ano 2000 el 25% de la población en condiciones de trabajar será desempleada. La información se conoció a través del Centro de Derechos Humanos y Movimiento Democrático en China.
El señor Feng critica la manipulación de estadísticas del gobierno central y la falta de visión de futuro, para un país que en dos años más tendrá una población de 240 millones de desocupados. Por su parte el gobierno reconoce solamente una desocupación del 4%.
La razón de esta disparidad de opiniones según Feng, que acusa al gobierno de disfrazar la realidad, se funda en el hecho de que las estadísticas oficiales solo recogen el desempleo urbano, y no incluyen el paro industrial ni lo que se denomina con un eufemismo, trabajadores rurales en excedencia, lo cual significa paro agrícola.
China cuenta con 16 millones de obreros industriales sin trabajo, una cifra que ha sido reconocida por el gobierno. Alcanzará los treinta millones en dos años, como consecuencia de la competencia del mundo capitalista, que provocará el desmantelamiento de  fabricas por ineficientes y no competitivas.
En el campo existen 130 millones de agricultores sin ocupación y sin tierra , cifra que aumentará a 210 millones, a finales del año 2.000.
Se busca aplicar el trabajo a la productividad de la tierra, porque en China la tierra es de propiedad de la comunidad desde hace siglos.
Los agricultores desocupados, como en cualquier país subdesarrollado, emigran a las ciudades en busca de oportunidades, provocando nuevos problemas de infraestructura, de servicios y de orden público.
El problema mas complicado desde el punto de vista académico, consiste en definir que es un parado, porque el sistema de vivienda, educación y seguro medico continúan vigentes, aunque el trabajador haya abandonado la empresa.



CARTA DESDE EL ORIENTE (II)


 
Corea vive una paz armada. Corea del Sur expresa una pujanza económica que se desdibuja, en una curiosa mezcla de pasado y futuro, frente a los mercados populares  y los grandes edificios de departamentos, baratos, feos, iguales y grises.
El centro de la ciudad es moderno, elegante y expresa una sobrecogedora potencia que continúa en los supermercados, repletos de productos muy bien presentados, y perfectamente envasados que constituyen una atracción irresistible. Empleados y empleadas, la mayor parte de ellas bellas y sonrientes, reciben al visitante como si fuera la persona mas importante del mundo. Comprar o no comprar es irrelevante y no modifica el trato delicado y atento.
La paz y la guerra conviven en Corea del sur. La población transita una rutina sin alteraciones, mientras se concentran los carros policiales frente a estudiantes armados con escudos de plástico, cascos similares a los de la policía  y garrotes con los cuales se enfrentan a las fuerzas del orden. En Asia, como en cualquier rincón de América la violencia se desata por la política económica, la desocupación, y el abismo cada vez mayor entre ricos y pobres. En este caso se agrega el problema con Corea del Norte, del cual no pueden escapar por la presión de los Estados Unidos que estimula la división.
La corrupción y el SIDA son dos temas de discusión diaria. Denuncias y aclaraciones, procesos y rectificaciones, acusaciones y disculpas se suceden y expresan una condición mundial que habrá que redefinir de manera diferente. Cuando las expresiones se repiten como una rutina al infinito, dejan de tener valor y no sirven ni para calumniar.
Los coreanos son ordenados, atentos y amables. Seria una buena idea que trasladaran su metodología comercial, su imagen exterior y la corrección de su trato a sus compatriotas exiliados en el Mercado Cuatro. Debemos aprovechar su tecnología, las propuestas del desarrollo industrial y la sofisticación de sus productos, elaborados a la luz de la técnica más moderna.
Los museos, templos y lugares históricos están cuidados, muestran prolijidad y respeto a la tradición, a la historia y los valores permanentes de la cultura de este país que fue un imperio hace cinco mil años.
A pocos kilómetros de Seúl, a lo largo de la frontera, se alinean dos ejércitos integrados por soldados que deben preguntarse cual será el futuro. La unión de las dos Coreas es inevitable. Las fronteras artificiales se derrumban en todo el mundo, y este país poblado por gente trabajadora, disciplinada e inteligente, no enajenará definitivamente su destino nacional.


CONDICIONES DEL PROCESO INSTITUCIONAL


Algunos empresarios manifiestan que habría que postergar lo que definen como problemas políticos, para dar solución inmediata a los problemas económicos. Se trata de un sofisma que oculta intención política, de donde el supuesto apoliticismo del planteo se torna no creíble.
Nadie puede pensar que exista aptitud y solvencia intelectual para resolver los problemas estructurales de la economía nacional, mientras se ignore la ruptura del orden institucional, determinado por la decisión de un presidente de violar la Constitución, negándose a cumplir sentencias de la Suprema Corte de Justicia.
Violar la Constitución implica agredir todo el sistema jurídico. Pone en duda las garantías mínimas que exigen los deberes y obligaciones, a los cuales debe someterse una comunidad organizada.
No habrá solución para los problemas económicos, no habrá planes viables, proyectos, ni inversiones, mientras desde el poder ejecutivo se imponga el desorden institucional.
Nadie iniciará o ampliará su actividad económica, en medio del desconcierto y la inseguridad generada por la conducta del presidente. Salvo que no se trate de legítimos empresario, sino de operadores políticos que trabajan en el campo empresario y tienen como objetivo resolver, sus problemas personales.
Cualquier proyecto nacional, debe fundarse en las normas y principios que establece la Constitución. El respeto a las leyes constituye la condición insustituible, no negociable,  que nos define como país organizado.
Cualquier idea de desarrollo económico y social se convierte, frente al quiebre institucional, en una fantasía irresponsable.
Eso parece ser lo que proponen los  empresarios que pretenden ignorar maliciosamente, que no puede existir un país integrado, democrático, moderno y con vocación de progreso, si no se respetan los fundamentos de la organización institucional.
Frente a la inseguridad quienes podrían participar en el postergado y no definido desarrollo económico y social, protegen sus recursos enviándolos al exterior.
Los eventuales inversores extranjeros buscan territorios en los que las leyes tengan plena vigencia, para no estar sometidos a la arbitrariedad..  
 

Revisión de la politica


 

La observación desapasionada de la realidad permite suponer con cierto fundamento que existe una solapada conspiración contra la vida republicana.

Lo cierto es que la relatividad democrática constituye un lujo del que gozan sectores de los países integrados y desarrollados. Este novedoso sistema se funda en la solidaridad social, en el trabajo, en la voluntad de progreso, en el cumplimiento de las leyes y, sobre todo, en no repetir machaconamente estupideces, con la indecencia que exhibe un porcentaje importante de políticos,  sindicalistas y algunos medios de prensa que se han propuesto inventar su propia versión de la historia.
En los países subdesarrollados y moralmente desintegrados, los dirigentes obreros salen a la calle reclamando pan, y lo primero que hacen es quemar las panaderías. Por su parte los políticos padecen de una dispersión mental que les impide definir al adversario. En lugar de advertir que el enemigo es el atraso, la ignorancia, la corrupción, la prepotencia y la injusticia, suponen que el enemigo es Pepe, Luis, Mario o José.
Personalizan hasta la basura, juicio de valor que corresponde a las expresiones formales de muchos políticos que transitan al borde del abismo sin darse cuenta. En lugar de mirar a donde los conduce ese camino incierto, se dedican a renovar viejas querellas, antiguos rencores e inconfesadas frustraciones, consecuencia de una incapacidad visceral para la comunicación civilizada. Los medios son usados para hacer negocios mientras desinforman, calumnian, difaman y trampean sistemáticamente a sus lectores.
Estos son los parámetros que definen la naturaleza de quienes pretenden conducir el país y se auto proclaman clase dirigente. Lo grave, es que en algunos casos, esos políticos y empresarios que padecen de dispersión mental para el interés común, no para su interés individual , conducen parte de la realidad. A la otra parte, la mas amplia e importante no la conduce nadie.

La desintegración es notoria y por un fenómenos difícil de explicar la ausencia de unidad en todos los ámbitos, preserva del caos total. Se desarrollan numerosos y pequeños caos, limitados a ámbitos específicos, donde políticos, sindicalistas o empresarios se sumergen  en su propio negocio. Un negocio limitado, municipal y mediocre, sin perspectivas de convertirse en factor de gravitación nacional.
Existen pocas excepciones, de manera que resulta fácil interpretar la marcha de la historia. Cada día que pasa sin algún dato que permita verificar una cuota de progreso, implica una entusiasta y renovada marcha atrás, que conducirá, progresivamente, al tiempo de Irala.
Hasta que lleguen los invasores. Y estos están llegando.
El gobierno, sus amigos y sus enemigos, participan y naufragan en la misma bolsa mental. No advierten que cada día se acentúa la falta de credibilidad. Adentro y afuera de las fronteras, como se manifiesta en las reuniones periódicas del MERCOSUR.
De manera que la marginalidad, el aislamiento, opuesto a la posibilidad de incorporarnos a un proceso de cambio orientado hacia el mundo moderno, constituye el resultado de una penosa acción individual y comunitaria que alcanzamos con nuestro propio esfuerzo.
Esto, sí, la desintegración y el atraso, son objetivos que conquistamos sin ayuda de nadie.

  



  

CONSPIRACION DE SILENCIO



El viernes 9 de octubre el diario El Día  diario publicó un editorial titulado "El Crimen” en el cual se hicieron reflexiones sobre  el secuestro  y asesinato de la niña María Cecilia Barboza.
El tema estaba sumergido en el misterio, no había testigos, no había ningún dato que sirviera para el esclarecimiento del crimen.
Parecía que el asesinato hubiera ocurrido en la soledad del chaco y no en una calle transitada y concurrida de un barrio ciudadano a pocos minutos del centro de la ciudad.
Un párrafo de aquel editorial decía: “Imposible creer que no hubo testigos o que nadie advirtió nada extraño en oportunidad del secuestro. Se puede creer que la cobardía y el no te metás ocultan datos y circunstancias que en pocos días conoceremos. Seguramente serán desfigurados o desdibujados por quienes prefirieron mirar para otro lado, para evadir responsabilidades elementales de lo que debería ser un buen vecino”.
Palabras proféticas aunque bastante lógicas si se analizan las condiciones de la realidad y las costumbres de la comunidad.
Una persona, el señor Bazan, dos albañiles, y el descubridor del cuerpo en el terreno de la casa en construcción, estuvieron enterados del crimen desde el primer día y no lo comentaron a la policía.
Mas allá del ocultamiento, que esta penado por la ley, resulta una  conducta sospechosa. Todo el país comentó el hecho y estos señores ignoraron la preocupación general, así como el dolor de los padres de la niñita. Me resisto a suponer que fue mera cobardía o pusilanimidad. Por lo menos es silencio cómplice y culpable, no obstante el hecho de que un comisario reporteado por una radio se negó a calificar la responsabilidad de Bazan, con el argumento de que él era policía y no juez.
Esto significa que si cualquiera ve un cadáver tirado en la calle o presencia un crimen y no dice nada a la policía, nadie podrá decir o sospechar que es cómplice por ocultamiento, hasta que el juez imponga la categoría del testigo. Parece un poco ridículo.
Es sospechosa la delicadeza de la policía frente a los testigos, hasta ayer inconfesos, y no es justificable la negligencia de no haber investigado el terreno porque había un “sereno” que finalmente parece que no es sereno, sino “intruso”.
No tengo dudas que en los próximos días tendremos mas información. Contradictoria, cambiante. errática y confusa hasta que la comunidad se olvide, o se “descubra” un chivo expiatorio a quien cargarle el crimen.
Mientras tanto, me pregunto que pasa por la mente de la gente del barrio. De ese barrio y de cualquier otro, donde una niñita es secuestrada y muerta y los testigos, “ciudadanos honestos” guardan un silencio cobarde e inexplicable. Salvo que su vinculación con el crimen tenga otras características, también disimuladas por el actual misterio
   
 
  

CUAL ES EL FUTURO?


Un analista de la economía que pocos escuchan, dijo que “Un

país monoproductor, se suicida”. Esta es la clave para interpretar la negativa condición  de los  países subdesarrollados como el nuestro.  Si algún pronóstico puede arriesgarse es que en el futuro todo será peor.
Existe la fantasía, originada en una irracional pasión por lo mágico, que en algún momento los países industrializados del primer mundo, amenazados por su propia imprudencia advertirán que el futuro de Paraguay es fundamental para asegurar el futuro de occidente, y se preocuparan por acercarnos tecnología y recursos financieros, para producir el cambio.
Nada más ridículo. Los norteamericanos, y con ellos sus socios del primer mundo, están y estarán por bastante tiempo preocupados con este grano que les ha salido e incrementaron del terrorismo, y la crisis financiera internacional. No pensaran en otra cosa que no sea preservar la vida como la están viviendo, beneficiándose con los contrastes económico sociales que padecemos.
No se puede esperar un cambio de mentalidad de los dirigentes del primer mundo, y en el caso de que ocurra algún cambio, no será precisamente destinado a proponernos un futuro de prosperidad y libertad.
Al contrario. El dogmatismo material e intelectual que ejercitaron durante la guerra fría, será trasladado al terrorismo internacional. Buscaran asegurarse jefes de estado confiables, como lo fueron durante los últimos cincuenta años los dictadores más arbitrarios y crueles de América Latina.
Mientras tanto, la estructura del monocultivo extensivo, que expulsa de la tierra a los campesinos y favorece a unos pocos exportadores y a otros pocos importadores, seguirá vigente, amparada por la fácil y primaria filosofía de la globalización, que acentúa cada día la pobreza y perfecciona la desesperanza de los países que sobreviven como pueden.
Esto no es teoría. Basta recorrer los mercados para advertir que más del ochenta por ciento de los productos de consumo cotidiano, desde la comida hasta la ropa, son importados, mientras sobre una tierra fértil y privilegiada por la naturaleza, rodeada de dos de los ríos más grandes del mundo, transitan familias campesinas que carecen de un espacio para sembrar y subvenir a                                                                         sus necesidades.
Cuando en un acto demagógico el gobierno reparte alguna tierra. el beneficiario en muchos casos, se apresura en venderla porque no sabe qué hacer con ella. Es como si nos  regalaran un cohete para ir a la luna sin instrucción previa.
Se ignora deliberadamente el hecho de que los alimentos para la comunidad, se originan en la labor individual de los campesinos. Pero nuestros campesinos sin tierra, al transitar en muchos casos junto a latifundios que son propiedad de titulares desconocidos, cuya actividad fundamental consiste en muchos casos en la especulación financiera local o internacional,  suponen que tienen derecho a ocuparlas aunque se trate de un acto reñido con la ley.
Los campesinos se convierten así,  en arbitrarios interpretes de una situación que consideran un crimen, como es mantener una estructura que pude terminar con la integración nacional y malversar la vida. Mientras tanto una comunidad de políticos y empresarios, esperan que mágicamente los países del primer mundo nos echen una poco probable mirada solidaria.
No se escucha a la iglesia, ni a los empresarios, y por  supuesto, tampoco a los políticos, expresar una propuesta inteligente para revertir esta situación, que conduce inexorablemente al caos.


            
 



CUAL ES TU DIPUTADO?



El sistema más sencillo para explicar los problemas que nos preocupan, consiste en encontrar culpables. Verdaderos o falsos.
Es irrelevante saber si verdaderamente el nombre elegido tiene relación con el problema y si verdaderamente es responsable. La gente necesita condenar a alguien para estar más tranquila. O tal vez para canalizar sus broncas, originadas o no en el problema en cuestión.
Esto ocurre porque la gente no tiene a quien apelar, cuando algún problema comunitario le afecta su vida.
La teoría del sistema republicano señala que los legisladores son los representantes el pueblo. Esta es una de las ficciones del sistema democrático de gobierno.
El pueblo no tiene quien lo represente porque el legislador representa solamente a su partido político. Mas aún. Ni siquiera a su partido, sino a la cúpula de dirigentes que ejercen el poder en el partido, y a si mismo.
La gente no vota a  sus representantes, sino al partido. Ese conjunto de personas constituye para el ciudadano común una especie de abstracción, de manera que es correcto deducir que el pueblo no esta representado por los legisladores.
Tampoco por el partido, porque en el partido se eligen las autoridades en la interna- Esta  consiste en manipular con habilidad los padrones en la seccional o el comité.
En muchos casos ni siquiera esto es necesario. Basta que se junten un grupo de amigos con poder en la seccional, quienes dibujarán la lista que competirá en la interna.
Competir es una expresión que refleja una realidad a medias.
A partir del resultado, los que ganan la interna hacen la lista de diputados y senadores. ¿Usted los conoce? Probablemente escuchó el nombre en la radio, o lo leyó en un diario, o no lo escuchó nunca, ni tiene la menor idea de donde salieron.
Bueno, si sabe de donde salieron. Del partido. Pero difícilmente lo conocerá personalmente. Tampoco conocerá sus antecedentes, lo cual puede ser una buena cosa  En muchos casos no conocer los antecedentes es bueno, para no sumergirse en el horror.
Este razonamiento lleva a concluir que el pueblo no tiene representantes. Y es así porque el pueblo no participa de la selección ni de la elección de los candidatos.
Eso es tarea de la cúpula.
Si usted tiene un  problema y quiere apelar a su diputado, se enfrente a una misión imposible. Usted no sabe quien es su diputado. No tiene recursos para identificarlo, y su delicadeza personal le impedirá molestar a ese salvador de la patria, misterioso y desconocido, dedicado las 24 horas del día a trabajar. ¿Para quién? Para la patria, seguramente.
Esto podrá ser cierto o no. De lo que podemos estar seguros es que a través de este sistema de elección de legisladores, no estamos representados de ninguna manera, de donde, la participación de la comunidad en la actividad del gobierno a través de sus representantes, como dicen los textos, constituye uno de los mitos mejor preservados por los que mandan.
Mentiras, mentiras, no tienen  perdón, dice la canción.
Salió en verso.

CREDIBILIDAD Y ESCEPTICISMO


Las encuestas que se han sucedido durante los últimos años,  adjudicaron la mayor credibilidad a la Iglesia y  la prensa, por encima de las instituciones políticas, el ejército y la justicia.
Creo que conviene reflexionar sobre los datos, porque las conclusiones simplistas generalmente llevan a una equivocada interpretación de la realidad.
La encuesta revela un escepticismo particularmente peligroso, en momentos en que algunos grupos imaginaron luego del juicio político al presidente, que se abría una mágica salida de la crisis y y habría un proyecto destinado a superar problemas económicos y sociales. La historia enseña que un nuevo gobierno genera una espontanea esperanza. Como ocurre siempre a principios de un año nuevo, cuando la gente imagina que durante su transcurso, se solucionaran la mayor parte de sus problemas.
Aunque nunca es así, la esperanza esta viva en la fuerza vital de la comunidad, que en la mayor parte de los casos padece críticas condiciones de sobrevivencia.
Este gobierno logro en poco tiempo revertir la tendencia espontánea hacia el optimismo. El escepticismo, el desaliento, se convirtió en el común denominador de la opinión pública. Sin embargo, sería injusto adjudicar a este gobierno la responsabilidad de los graves problemas estructurales del país que gravitan sobre la vida cotidiana, pero si puede adjudicársele la incapacidad de haber propuesto una visión constructiva del futuro, invitando a la ciudadanía a participar de la aventura de transformar el país.
Al contrario, el discurso gubernamental retrocede hacia la crítica ambigua y la rutinaria expresión de su impotencia, lo cual permite preguntarnos porque extraña razón se propuso a sí mismo como alternativa de poder.
No sorprende que la Iglesia goce de credibilidad, porque finalmente reclama fe y alerta sobre los problemas, pero nadie puede exigirle resultados. No gobierna. Sacerdotes y obispos preocupados por su grey señalan sin eufemismos el fracaso de un importante sector de la clase dirigente.
La prensa tiene una increíble e injustificada credibilidad porque generalmente distorsiona la realidad, independientemente de las interpretaciones sectarias que el público advierte, y en la mayor parte de los casos desecha, porque el origen es fácilmente  identificable.
El escepticismo se centra en el gobierno por  falta de imaginación y de propuestas inteligentes. También en  la administración de justicia,  lo cual históricamente no es una novedad, y en el congreso, por su diversidad contradictoria.
Los legisladores que registran mayor notoriedad no son precisamente los más idóneos. Siempre proponen cambiar a alguien. Echar algún funcionario, procesar a otros pero jamás acercan una propuesta sensata para cambiar el rumbo. 
El descrédito de la comunidad sobre el ejército exige una reflexión particular, que será objeto de otro comentario. Parecería que el gobierno se ha propuesto destruirlo como institución apolítica.
Este es un proceso que  la comunidad observa con alarma, de allí el bajo índice de credibilidad que le adjudica la encuesta. A pocos meses de las elecciones internas de los partidos se acentúa el escepticismo. Los discursos son todos iguales, lo bueno es que son inofensivos. Nadie cree en ellos.

CRISIS LOCALIZADAS


A simple vista parece una extraña coincidencia que la preocupación de muchos políticos, empresarios y periodistas se refiera a crisis internas de tres países, acusados de vocación dictatorial, contraria al sistema democrático. Sobre el torturado término democracia, habría mucho que decir, lo haré, pero no en este comentario que apunta a señalar curiosas coincidencias.
Ocurre que el poder de quienes manejan la política internacional, unos pocos grupos económicos, se funda en el monopolio de las fuentes de energía no renovables. El petróleo y el gas.
Cuando comenzó esta historia, mediados del siglo XIX la mayor reserva de petróleo y gas se localizaba en el territorio norteamericano.
La explotación comercial del petróleo condujo rápidamente  al desarrollo del sistema bancario, monopolizado por las mismas familias petroleras. Se instaló también el monopolio de la industria farmacéutica, de la fabricación de armamentos y al manejo del tráfico de drogas, que robustece la salud  el sistema financiero, con algunos errores por exceso de ambiciones personales que nadie quiere atribuir al sistema. (Hubo que juntar en pocos dias 500 mil millones de dólares para salvar algunos bancos) Pero esto nos saca del tema coyuntural.
El hecho es que Estados Unido no tiene mas petróleo y su socio principal, Inglaterra, descubrió que los pozos del Mar del Norte no satisfacen las expectativas.
Entonces hay que tomar el petróleo de alguna parte. Esta es la clave de la invasión de Irak, la campaña contra Irán, gran reserva petrolera, contra Venezuela, un  yacimiento enorme. El anatema contra Bolivia con grandes reservas de gas (Que puede saber un indio de política internacional?). Pronto se sumará Ecuador (petroleo).
Afganistán no tiene petróleo ni gas, pero cultivaba 78.000 hectáreas de amapola (base de la fabricación de opio y heroína) negocio que manejaban empresas vinculadas a los dueños del sistema. Los talibanes tuvieron la desdichada idea de terminar con la producción de droga, reduciendo la producción a menos de 7000 hectáreas. Posiblemente no imaginaron que el orden viene de arriba y los bombarderos B59 arrasaron, al menos transitoriamente el poder de los talibanes.  El hecho es que el gobierno de ocupación puso las cosas en orden. Renovó la producción de droga, que merced a la intervención occidental cristiana y democrática, alcanza nuevamente una extensión de  80.000 hectáreas.
A los dueños poder, no les interesa que Irak, Irán, Indonesia, Venezuela, Bolivia, o Ecuador tengan grandes yacimientos de petróleo y gas. El hecho es que quieren manejarlo. No confían en los políticos locales el tercer mundo. No aceptan que se les escape de las manos un negocio que manejaron por mas de cien años. Además, en los ámbitos del subdesarrollo se obtienen voluntades solidarias por poca plata. Basta escuchar algunos políticos, empresarios y periodistas.
Esta línea de pensamiento nos conduce a otro tema interesante. ¿Cual es el origen del terrorismo musulmán? ¿No tendrá que ver el hecho de que el 80 % de las reservan que quedan de petróleo y gas están en territorio musulmán?
Conviene pensar en estos hechos. No podemos ser tan estúpidos y creer en lo que nos cuentan las grandes empresas de comunicación internacionales, financiadas y dirigidas por el CFR.
¿Que es esto? Lo veremos más adelante.
  

Tuesday, March 19, 2013

DEMASIADOS LEGISLADORES


Existe una propuesta para modificar la composición del parlamento, reduciendo el número de legisladores y creando una cámara única.
La propuesta surge de un severo auto análisis, del diputado proyectista que llegó a importantes conclusiones. La primera y principal es que los legisladores son demasiados, y para llevar a cabo una tarea liviana y de pocas consecuencias no es necesaria tanta gente. En segundo lugar, la multitud de legisladores, legislen o no, implica gastos innecesarios, e inevitables.
Si agregamos asesores, choferes, vehículos  y secretarias, el gasto se multiplica. Comparto la idea de disminuir el número de legisladores y asesores, pero no comparto la idea de disminuir el número de secretarias por razones obvias.
El análisis del diputado proyectista advierte que la confusión y la desorientación se incrementan con el número, lo cual implica no solamente una simple operación aritmética, sino un hecho conceptual de mayor trascendencia.
La Constitución del cuarenta, creó un  congreso unicameral de sesenta legisladores.
Con la reforma de la Constitución del 67, durante el gobierno de Stroesner se impuso la integración con 80 diputados y 45 senadores. El diputado fue proyectista de la propuesta y tiene razón.. Son  demasiados.
Durante los gobiernos de Carlos Antonio Lopez y el Mariscal Francisco Solano, había también bastantes legisladores.
No se muy bien como eran elegidos, pero lo saludable era que 
el congreso de representantes  se reunía cada cinco años, para escuchar el discurso del presidente.
No sé si cobraban sueldo, pero en todo caso serían compensados de alguna manera, por molestarse en llegar a la reunión. desde diversos lugares del país cada cinco años, sin automóviles ni rutas adecuadas. Un poco como ahora. Escuchaban y no hablaban. Algunos se aventuraban a decir que todo estaba muy bien, con la esperanza de no ser mal interpretados.
En el caso de que fueran mal interpretados podían ser fusilados inmediatamente, porque en cualquier país bien organizado discutir con  la autoridad o introducir disenso configura una flagrante traición a la patria.
A la luz de la experiencia histórica, el Congreso de Representantes del período de los Lopez  parece el mas sensato y eficiente, aplicando, es claro, la misma metodología.
Una breve reunión de dos días cada cinco años de absoluto silencio,  para evitar el macanero; y en algún caso el vivificante estampido de los fusiles para estimular la representación legítima del pueblo.

LA FISONOMÍA DEL MIEDO

Los medios se ocuparon en su momento ampliamente de una carta enviada por el ministro de Defensa  a la embajadora de los Estados Unidos.
Caben algunas reflexiones sobre el episodio.
El tema toma estado público como consecuencia de que se conoció el texto de la carta.
Para entender el sentido del episodio, habría que saber quien hizo 
pública la carta inicialmente, de manera de interpretar el objetivo.
Sorprende la calificación que hizo la prensa sobre el texto.(Grosera. 
Insultante) La lectura objetiva de la carta permite llegar a esa conclusión en el caso de que exista el deliberado propósito de  descubrir el agravio.
Sin duda el ministro de defensa produjo hechos criticados por la  
representación diplomática de EstadosUnidos.
 Propuso y decidió la no participación conjunta con USA de la    
 maniobras militares, como se hacía en el pasado.
.Negó la participación de USA y Colombia en las operaciones      
 contra los secuestradores de Zavala, con el argumento de que el
 ejército paraguayo no lo necesitaba.
 El ministro utilizó una vía incorrecta para plantear sus opiniones.
 Debió hacerlo a través de la cancillería como indica la                   
 institucionalidad y el protocolo.
 Los comentarios periodísticos omiten:
 No se preguntaron cual ha sido la colaboración de USA y Colombia       
 en  las acciones contra los secuestradores.
 No se ha investigado, ni se ha pedido información sobre los 
 resultados de la lucha del ejército y las fuerzs de seguridad de                     
 Colombia contra las acciones de las FARC, para tomarlos         
 eventualmente como  ejemplo.
 Ningún medio investigó si las expresiones que la carta del ministro
  atribuye al vicepresidente Franco, contra el presidente Lugo son  
  ciertas.
  En el caso de ser ciertas, los medios  no comentan si el            
  lugar y la oportunidad eran las mejores para expresar sus    
  discrepancias. Una embajada extrajera, la presencia de una 
  embajadora y  los militares de USA. 
  Se pone el acento en los términos presuntamente “groseros” de la             
 Carta, lo que puede interpretarse como un método para ignorar los
  temas de fondo. Opiniones que pueden considerarse impropias de              
  un vicepresidente frente a diplomáticos y militares extranjeros.
           

El país enfrente una situación bastante caótica. Se diluyen los liderazgos cada día, porque carecen de sustento ideológico y credulidad.
Ni políticos ni empresarios han propuesto un plan nacional de trabajo y desarrollo, que permita buscar colaboración nacional y apoyo internacional.
Este desorden conceptual se enfrente ahora a elecciones en las que se discuten meras posiciones personales carentes de proyectos concretos.
Solo divagaciones generales en las que la gente no cree, y generan escepticismo y desaliento.
Las más importantes y negativas actividades, el contrabando, el narcotráfico, la trata de personas, la evasión impositiva sigue constituyendo la clave del enriquecimiento de una minoría, desinteresada del conjunto de la nación.
A esta situación deben agregarse los enfrentamientos inútiles en el campo político, dentro y fuera del gobierno.
De allí que es tan importante fortalecer el Ministerio Público como un ancla para procurar evitar la desintegración nacional. No obstante las criticas y los desaciertos particulares, la comunidad cree en los fiscales, y atribuye sus equivocaciones  a naturales debilidades de la condición humana.