Monday, December 8, 2008

LOS PROMOTORES SECRETOS DE HUGO CHAVEZ

El presidente bolivariano de Venezuela actúa subrepticiamente en el país con agentes secretos, inspirados en la última y más moderna tecnología de la penetración sicológica. El ejemplo mas notorio de esos misteriosos y sutiles promotores del socialismo del siglo XXI son los medios de comunicación en general y el diario ABC en particular.
Nunca hubiéramos conocido el talento estratégico de Hugo Chavez, si el diario de Zucolillo no nos hubiera explicado que el petróleo viene, si es que viene, cargado con infinitesimales partículas de ideologías perversas, como la que pretende terminar con el analfabetismo, crear puestos de trabajo, usar los beneficios del petróleo para mejorar las condiciones el pueblo venezolano y asegurar la independencia del país frente a los imperios extranjeros. No hay muchos de manera que no es fácil equivocarse.
Nos enteramos, siempre por ABC, que Venezuela produce el sesenta por ciento del petróleo que consume Estados Unidos, de manera que no sería sorprendente que a los estrategas del imperio la cosa les duela, y piensen que sería más cómodo y barato echar a Chavez, y quedarse con el petróleo como cosa propia, desinteresándose de que según parece Dios lo habría puesto allí por alguna razón. Esto ha sido largamente discutido en el pentágono, porque los norteamericanos en general y los presidentes norteamericanos en particular, tienen un diálogo fluido con Dios, aunque a veces parecerían no entenderse muy bien por una cuestión de idioma. Así ocurre en Irak donde no hubo un dialogo claro entre Bush y Dios, porque resulta poco creíble que el que según toda la información gobierna en el cielo y la tierra, haya sugerido que Estados Unidos asesinara mas de un millón de iraquíes civiles, solo por el petróleo y ahora quiera exterminar a los afganos (van mas a o menos 700.000) para manejar la heroína, producto de gran incidencia política y social, que constituye la mayor producción agrícola de Afganistán. No creo que Dios esté en esa, por más de lo diga Bush y el diario ABC, legítimo intérprete de la secretaría de Estado
Volviendo a Chavez, el filibustero del Caribe, dice Condollezza, según el Pentágono, la Secretaría de Estado (No siempre de acuerdo, salvo en los disparos contra el caribeño) éste pretende extender su influencia sobre los países latinoamericanos. Inventó como método de penetración (Los estadounidenses conocen bien este tema, ver CNN) una radio y televisora, Telesur, para introducir sus perversos objetivos socialistas (No equivocarse: del siglo XXI, lo cual por ahora no sabemos que quiere decir). Los avispados periodistas de ABC, no se atreven a desmentir al patrón, y deliberadamente ignoran que la radio y el canal venezolano hace varios años llega al Cono Sur. Lo sabrían si tuvieran la audacia de cambiar CNN, en algún momento en que el patrón mire para otro lado.
Me pregunto si Chávez influyó en la homilía de Monseñor Jiménez en Caacupé, porque se refirió a la injusticia, la discriminación y el abuso.
No se sabe a quien se refería con esto del abuso y la injusticia. Parece que no fue a los habitantes de Cateura. que dejaron de juntar botellas y trapos sucios para escucharlo. Algunos hasta fueron a Caacupé y descubrieron, los que pudieron entrar, que la basílica estaba fresca y limpia. No podía ser de otra manera tratándose de la casa de Dios, de la Virgen y de Monseñor Jiménez.
Cada día sabemos de la admiración que expresa por Chavez el diario ABC. No quiero creer que esa publicación impoluta (perdonando la palabra) y heroica, tenga algún interés en el petróleo. Tal vez en muchas otra cosas. Para donde se mire se encuentra el sello aristocrático y personal de su duro responsable. Tanto poder parece haber logrado con su trabajo personal, quien lo duda, y merced a la exaltación de las virtudes de Chavez que hizo conocer a toda la comunidad, mediante la lectura de su diario, entre cuyos lectores me cuento agradecido.
Tonto de Chavez, cuya soberbia le hace suponer que ganar elecciones sirve para algo. Tal vez en Marte, no en este mundo en demolición.