El próximo cambio de gobierno, genera conjeturas en todos los sectores de la comunidad, que se fundan generalmente en expectativas personales, frustraciones, objetivos gremiales, demandas tendientes a buscar solución a problemas que se arrastran desde hace años, incrementados por circunstancias que deberán ser objeto de estudios sociológicos, ambiciones y esperanzas.
1.—Generalidades:
a) La perspectiva de un nuevo gobierno desarrolla una fantasía que se funda en la convicción que todo cambiará mágicamente de un día para otro.
b) Quien se siente postergado, con o sin razón objetiva, se supone víctima de la injusticia que el nuevo gobierno deberá reparar.
c) En este sentimiento que plantea la hipótesis de ser víctima de la injusticia, intervienen datos reales, imaginarios o tramposos. La incompetencia se transforma en injusticia de la comunidad, ante valores que reconoce como auténticos solo el propio protagonista.
d) Dadas las características de la sociedad, constituye un hecho objetivo que la mayoría de la gente se siente menoscabada en sus merecimientos.
e) Esto puede ser cierto o no, pero así se vive como consecuencia de las características de la condición humana.
2.— Perspectivas del nuevo gobierno:
a) El nuevo gobierno no constituye una unidad homogénea.
b) El presidente electo carece de partido político propio, de manera que dependerá del apoyo de las unidades políticas, con las cuales deberá negociar y transar para lograr la aprobación de cualquier proyecto de gobierno.
c) Negociar y transar significa de alguna manera estar sometido a la amenaza de la extorsión. Esta no constituye un valor negativo definitivo, pero indica que resultará difícil y muchas veces imposible asegurar una línea de gobierno que responda a los proyectos del ejecutivo
d) La diversidad de sectores no se funda necesariamente en principios ideológicos, aunque en algunos casos existan. Se funda en perspectivas diferentes para analizar la coyuntura política, social o económica, en intereses personales o sectarios, en ambiciones insatisfechas, en esperanzas de incrementar poder político, o preservar el que se aprovechó hasta el momento del cambio de gobierno.
e) Todas estas circunstancias que se pueden multiplicar según la mayor o menor capacidad imaginativa del analista, conduce a concluir que la idea del cambio, constituye la principal fantasía detrás de la cual se movilizaron quienes buscaron conquistar ese objetivo en las recientes elecciones.
f) A esto debe agregarse:
— Divisiones y enfrentamientos en la ANR
— Divisiones y enfrentamientos en el PLRA
— Personalismo imprevisible de UNACE
— Proyectos moderados o radicales de los grupos menores que votaron a favor o en contra de Fernando Lugo.
— Discurso de reivindicaciones razonables o arbitrarias por parte de los sectores económicos (Sociedad Rural, Unión Industrial, exportadores, e importadores, etc.
— Disputa generalizada por la obtención de posiciones en las grandes empresas recaudadoras( Itaipú, Yacyretá, ESSAP, Petropar,. Copaco, Aduana, etc)
— La corrupción y falta de idoneidad en el Poder Judicial, Policía.,etc.
PROBLEMAS A ENFRENTAR
En este confuso esquema del que deberá surgir la gobernabilidad del nuevo gobierno se destaca:
— Falta de producción en general de alimentos en particular. Mala distribución
— Desocupación.
— Problema de la tierra (con fundamentos reales o ficticios, pero existente)
— Grave situación de la infraestructura sanitaria.
— Carencia( hasta ahora) de un plan de desarrollo económico, social y cultural que pueda convertirse en un proyecto nacional participativo.
— Si existe un proyecto del gobierno entrante no ha sido explicitado.
— Tampoco se conoce algún proyecto serio de las entidades empresarias del campo o la industria.
— Se habla de desarrollo de la educación sin comprender que el desarrollo de la educación se funda necesariamente en la generación de recursos, como consecuencia de un desarrollo económico integrado, del cual participe toda la población.
CONCLUSIÓN
Esta es una aproximación al panorama y el esbozo de un rumbo, a partir de una situación sumamente confusa generada por los que deberán abandonar parcialmente el poder, y se resistirán a hacerlo, y los que llegan, que harán todos los esfuerzos para reemplazarlos.
Los funcionarios designados por el presidente electo, serán objeto inevitable de descrédito, críticas, y acusaciones difamatorios, reales o imaginarias, como ocurre con todos los funcionarios sometidos al severo sentido crítico de los que se sienten defraudados porque no son llamados a incorporarse a la nueva aventura.
A esto se suma el impaciente fastidio de que quienes deberán abandonar su cuota de poder por pequeña que sea.
Esta crisis de identidad se superará en los próximos meses y todo se ordenará según la dinámica irreversible de la historia.
Escepticismo u optimismo son transitorios. Y siempre podemos apelar a la virgen de Caacupe.
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