Wednesday, April 27, 2011

Los partidos y movimientos políticos

Asunción. 25.04.011


ANR


Se desarrolla una puja interna, por ahora con poca intensidad, que se incrementará a medida que se acerque el momento de elegir candidato presidencial.
Cartes surge en el partido de la mano de Lilian Samaniego.
No obstante esta circunstancia, se integra a su alrededor un grupo de seguidores, activados por Galaverna, que busca su gravitación sobre, y aún en contra, de la presidente del partido.
Por otra parte un sector nada despreciable del partido que reconocen como único líder a la señora Samaniego, se estructura contra las pretensiones de Cartes. El argumento básico contra este se funda en su discutible y eventualmente condenable historia empresaria.
La realidad es que un sector de los colorados señala la poca trayectoria de Cartes en la actividad partidaria, lo que le quitaría méritos para ejercer la conducción, o representar al partido en la elección presidencial.
A la vez, otro sector está dispuesto a acompañar a la señora
Samaniego, en el caso de que ésta se proponga como
candidata a la presidencia. Hasta ahora no ha revelado sus
intenciones en ese sentido.

En cualquier caso, las diferentes facciones fundan sus
inclinaciones en tendencias, experiencias y trayectoria
partidaria y no en un plan o proyecto de gobierno específico.
Curiosamente, como consecuencia de ausencia de un plan concreto y la existencia de un cierto desconcierto entre los colorados y sus caudillos, se insinúa la reivindicación de la experiencia estronista. Se pone de manifiesto la ausencia de un líder, capaz de integrar los distintos movimientos internos, con el objeto de ofrecer un frente unido ante el hipotético electorado.
Es evidente que existe una especulación expectante en relación con objetivos personales, que poco tienen que ver con ideas relativas a los problemas del país. La situación es igual en cualquier país en tiempo lectoral. La conducta de los integrantes de los partidos se funda en iguales características, pero el hecho de que se trate de una característica común, que se repite, no nos exime de señalarlo.

PLRA

Los enfrentamientos internos en el PLRA, comenzaron en el mismo momento en que terminaron las elecciones con el triunfo de Fernando Lugo.
Se desarrolla desde entonce un a lucha de sectores y personas, por el acceso a puestos importantes y no tan importantes en la administración pública.
El fundamentos de estos enfrentamientos se relacionan con el ejercicio del poder, con la posibilidad de obtener ingresos satisfactorios y la oportunidad de generar negocios. Cumplir la decisión de llevarlos a cabo con el objetivo primero de enriquecimiento personal.
Tampoco existe, en general, la voluntad de proponer planes de trabajo satisfactorios para coadyuvar al desarrollo nacional.

El PLRA esta en el gobierno, pero no es el gobierno. El
presidente designa y cambia funcionarios según su leal saber
y entender, sin satisfacer los compromisos con sus aliados en
el caso de existan.
Esta libertad de acción provoca indignación y resentimiento
en quienes se consideran, justa o injustamente, los autores del
éxito de la Alianza que llevó a la presidencia a Fernando
Lugo.
La falta de experiencia política en las condiciones de la actual coyuntura, sin duda bastante próxima a la idea de democracia, los lleva a producir declaraciones que constituyen verdaderos exabruptos que los distancia cada vez más del poder. El mismo vicepresidente, Federico Franco, no escapa a esta tendencia que lo compromete negativamente, y genera una natural animadversión, por parte de quienes suponen que en cierto nivel de la actividad política, se espera del vicepresidente una conducta responsable y ponderada.
La ambigüedad que implica estar y no estar en el gobierno, aleja a los liberales de una actitud inteligente que les permita generar las condiciones para diseñar y promover su futuro político.
La elección para los dirigentes de diferente nivel, propios de las estructuras políticas es volcarse en uno u otro sentido, a favor o en contra el presidente, con la esperanza, imprevisible, de que el curso de la historia y no sus propios méritos lo recompensen, en el caso de que acierte en este acertijo político. En todo caso parecen convencidos de que en el fondo no depende de su acción personal, sino de una especie de misterio que está mas allá de las decisiones humanas.

MOVIMIENTOS CONSIDERADOS “DE IZQUIERDA”

Los movimientos que medran alrededor del ejecutivo y se infiltran en algunas actividades oficiales, posiblemente a partir de un plan específico, diseñado por unos pocos, no pueden ser cuantificados con precisión.
Carecen de unidad de pensamiento y de acción. Fundan su discurso en los viejos principios socialistas que tomaron estado público y consiguieron adherentes a principios del siglo XIX.
Quedaron atrás en la historia, sin embargo curiosamente están vigentes en algunos sectores.
La explicación es que los graves problemas del subdesarrollo del país, genera una comunidad pobre y sin esperanzas, muy alejada de la prosperidad de la clase dirigente, prosperidad obtenida por medios lícitos o ilícitos.
Quien no tiene formación política en particular, ni cultura en general, se refugia en los sectores no comprometidos con los partidos tradicionales, a los que adjudican la responsabilidad del atraso y el no haber accedido a la prosperidad, advirtiendo la cultura, cuando se advierte, como un valor remoto.
Intelectuales con buena formación, aunque generalmente sin capacidad política, intentan interpretar las frustraciones populares y se convierten en dirigentes de esos grupos de desclasados a los cuales proveen de una nueva esperanza.
El gobierno incorpora algunos de estos valores individuales que cometen diversos errores políticos por falta de claridad conceptual frente a la realidad, de manera que son rutinariamente sustituidos.
Los medios, constituyen una suerte de partido político al servicio del poder de la clase dirigente. Se ensañan contra estos políticos sin experiencia política, como una manera de agredir la autoridad del ejecutivo que se ve obligado a reemplazarlos, lo que determina una mayor soledad por la falta de coincidencias básicos con los partidos tradicionales, a pesar de haber recibido el apoyo de una de ellos(PLRA) para acceder al poder.
Posiblemente con el implícito acuerdo no escrito, de no
ejercerlo. Este acuerdo que imaginamos, cuya existencia
no tenemos condiciones de probar, se observa a través de
los hechos objetivos, empezando por la torpe conducta de
Federico Franco, contra Fernando Lugo.

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