Wednesday, October 19, 2011

LA CLÁUSULA DEMOCRÁTICA Y LA PREOCUPACIÓN DE ABC

El editorial de ABC del 6 de julio propone tornar inútil la cláusula democrática votada por los países que integran el Mercosur, referida a la eventual amenaza a la estabilidad de los gobiernos de la región. La cláusula resuelve la intervención de los gobiernos en el caso de que se altere, o se intente romper el orden institucional, como ocurrió en Honduras.

ABC se escandaliza ante esta infame decisión, y en un texto dedicado a analfabetos por su oscuridad, señala que aplicar la cláusula democrática sería antipatriota y entreguista.

Conviene que este diario que se aproxima rápidamente a asumir el único rol de papel para envolver, explique el arbitrario uso del idioma, mediante el cual califica como entreguista y antipatriota, la voluntad de preservar la estabilidad de los gobiernos democráticos, de las amenazas exteriores o interiores.

La propuesta de ABC, enmascara la cláusula en una nebulosa suficientemente perversa para tornarla inútil. Aspira a que si se pusiera en evidencia una amenaza a un gobierno del área, los países no deberían tener autoridad ni poder de decisión, para intervenir a favor el gobierno en cuestión.

Para aclarar el tema, conviene entender que ABC pide comprensión y libertad para conspirar o para asociarse a la hipótesis de un golpe de estado, de manera de evitar que el objetivo golpista sea conjurado, por la intervención de los países firmantes del pacto de UNASUR.

Reclama el derecho de alterar la estabilidad institucional sin consecuencias para su estabilidad personal.

El fondo de la propuesta, matizada de estúpida adjetivación contra el canciller, busca imitar el lamentable episodio de Honduras, que culminó con el asesinato sistemático de opositores y la decisión patriótica de abrir las fronteras, a fin de promover la instalación de bases militares de un país extranjero cuyo puesto de comando no está precisamente en Marte o en Jüpiter.

ABC actualiza la definición de “cipayo” término que estaba en desuso, que cobra fuerza y vigencia merced al comentario de su editorialista. Existe el editorialista o es la opinión del director?

No comments: