Wednesday, October 26, 2011

LA RUTINA DE LA CRISIS

Se incuba una crisis destinada a deteriorar la precaria estabilidad del gobierno.

Los promotores de la hipotética crisis son múltiples y de variada condición

Narcotraficantes, contrabandistas, traficantes de rollos, traficantes de armas. lavadores de dinero, etc.

La intervención policial militar en la zona de producción de mariguana, destruye las expectativas del negocio en el futuro inmediato.

El carnaval en Brasil constituye un poderoso mercado consumidor que será desabastecido por la intervención en la zona de producción.

Los traficantes adelantaron dinero a los proveedores que tendrán dificultades para cumplir sus compromisos.

El cambio de oficiales superiores en la policía y el ejército, introduce un factor perturbador en el orden establecido por las operaciones ilegales.

Los campesinos que cambiaron la producción de productos no rentables por la mariguana, porque genera ésta mayores beneficios, se pronuncian contra el gobierno y exigen la finalización del operativo.

Así también, almaceneros, transportistas, guarda espaldas, etc.

Los productores agrícolas responsabilizan al gobierno por hechos en algunos casos ajenos a la política oficial:

La caída internacional de los preciso de los comodity.

La sequía.

La ocupación de campos.

La necesidad de defenderse ante la acusación de usar agroquímicos prohibidos.

La amenaza de ser agredidos con nuevos impuestos.

La acción sicológica destinada a crear inseguridad y miedo.

La convicción de que el gobierno no es confiable.

La amenaza de la eventual investigación de la titularidad de las propiedades agrícolas.

La convicción de que el presidente protege a los líderes campesinos supuestamente sin tierras, que movilizan las ocupaciones.

La falta de créditos de los bancos e instituciones financieras en general.

La convicción de que la caída de los precios internacionales y la sequía reducirá inexorablemente sus ingresos en el futuro inmediato


Responsabilizan al gobierno por este panorama de valor y realidad relativa, pero a los efectos de la actividad política es irrelevante que esto sea verdadero o falso.

Son los argumentos y conclusiones de los sectores empresarios mayormente agrupados en la Unión Industrial y la Sociedad Rural, con el auxilio de algunas empresas multinacionales que fundan su opinión en los informes de las organizaciones que miden la confiabilidad de los gobiernos e instituciones públicas y privadas.

Curioso resulta recordar que estas organizaciones produjeron, hace algunos meses, informes optimistas sobre la realidad de la economía, particularmente en los países del primer mundo, sin advertir los síntomas que determinaron la crisis que hoy angustia a la colectividad internacional.

La línea de pensamiento, señalada mas arriba, es desarrollada y difundida por los medios de comunicación de manera cotidiana.

Esta breve relación sobre los factores posibles de inestabilidad, conduce aparentemente a lograr el juicio político al presidente, acusándolo de haber fracasado en su gestión.

No se dice quienes serían los titulares de la nueva estructura de poder, ni cuales los objetivos políticos, económicos y sociales propuestos

Cualquiera. Total, la irresponsabilidad es amplia y los protagonistas numerosos-

A QUIEN LE IMPORTA?

Los slogans políticos sobreviven a las realidades políticas. Son fáciles de recordar, y se incorporan como lugares comunes indiscutibles, permitiendo que cualquier ignorante hable sobre cosas que desconoce.

Esto se observa cada día en los medios de comunicación y en su complemento de medio pelo que son las encuestas de opinión, cuando están hechas por improvisados. Ocurre que la encuesta se funda en obtener respuestas de la gente sobre temas cuya naturaleza ignora, a partir de preguntas organizadas por otra gente que padece de las mismas limitaciones culturales sobre los temas a los cuales pretende referirse la encuesta. Se trata mas o menos de la misma mecánica de los "micrófonos abiertos” en las radios donde cualquiera opina sobre cualquier cosa, demostrando generalmente una absoluta ignorancia, a la que hay que agregar una malévola intención y el resultado de un negocio privado con quien paga el tiempo y la llamada con el objeto de crear opinión.

Sería incorrecto decir que estos hechos integran la naturaleza de las crisis, pero sin duda constituyen una expresión de las mismas porque se proponen distorsionar la realidad evitando bucear en el fondo de los problemas. Se trata de la superestructura de la superchería y el macaneo de lo cual participan periodistas, economistas, políticos, empresarios y funcionarios con la misma vehemente y común voluntad de no aceptar la realidad.

Si proponemos problemas de medicina a los plomeros, o problemas de ingeniería a los políticos se obtendrán resultados semejantes a los que se obtienen en las encuestas, porque aplican la misma mecánica de investigación.

El ejemplo más sencillo consiste en adjudicar el origen de las crisis financieras solamente a la corrupción de los banqueros. El hecho de que pueda no ser así, no significa que los banqueros no sean corruptos.

Pueden serlo en mayor o menor medida, pero se supone razonablemente que lo que deberían pretender es preservar el negocio para que continúe, aunque en muchos casos transfieran la acción del código de comercio al código penal. Esta parece ser la clave para interpretar las crisis financieras actuales, originadas por la voracidad de quienes manejan los recursos financieros del primer mundo y de los otros mundos. Si es que hay varios, como indica la estúpida soberbia del que se auto define como primero.

En nuestros países las crisis financieras son consecuencia de las estructuras económicas del subdesarrollo. De la incapacidad de producir los bienes que necesitamos vender, con el objeto de generar recursos destinados a comprar. Subdesarrollo económico social, que en nuestro caso es estructural y profundo, de manera que suponer que las crisis financieras se resuelven con el pago a eventuales ahorristas burlados, es una pretensión insólita que margina cualquier razonamiento.

Hay que leer las recetas del FMI. Asombran. Lo mejor que se puede decir de los técnicos internacionales es que carecen de imaginación o les resulta más fácil copiar los viejos planes, fracasados tantas veces, que pensar un poco, interesarse por la realidad, y proponer planes imaginativos e inteligentes, fundados en la naturaleza económica y social del país al que pretenden ayudar.

Lo preocupante es que los empresarios, los tecnócratas nativos, los comunicadores y el sonsaje en general, aplauden esos planes y buscan luego un chivo emisario para culparlo por las crisis. Posiblemente el ministro de economía o el presidente. O tal vez el General Bernardino Caballero. ¿Porque no el Mariscal López o Gaspar Rodríguez de Francia? ¿Quién convendrá más para tener tema durante el año?

Wednesday, October 19, 2011

LA FISONOMÍA DEL MIEDO

Los medios se ocupan ampliamente de una carta enviada por el ministro de Defensa a la embajadora de los Estados Unidos.

Caben algunas reflexiones sobre el episodio.

El tema toma estado público como consecuencia de que se conoció el texto de la carta.

Para entender el sentido del episodio, habría que saber quien hizo

pública la carta inicialmente, de manera de interpretar el objetivo.

Sorprende la calificación que hizo la prensa sobre el texto.(Grosera.

Insultante) La lectura objetiva de la carta permite llegar a esa conclusión en el caso de que exista el deliberado propósito de descubrir el agravio.

Sin duda el ministro de defensa produjo hechos criticados por la

representación diplomática de EstadosUnidos.

Propuso y decidió la no participación conjunta con USA de la

maniobras militares, como se hacía en el pasado.

.Negó la participación de USA y Colombia en las operaciones

contra los secuestradores de Zavala, con el argumento de que el

ejército paraguayo no lo necesitaba.

El ministro utilizó una vía incorrecta para plantear sus opiniones.

Debió hacerlo a través de la cancillería como indica la

institucionalidad y el protocolo.

Los comentarios periodísticos omiten:

No se preguntaron cual ha sido la colaboración de USA y Colombia

en las acciones contra los secuestradores.

No se ha investigado, ni se ha pedido información sobre los

resultados de la lucha del ejército y las fuerzs de seguridad de

Colombia contra las acciones de las FARC, para tomarlos

eventualmente como ejemplo.

Ningún medio investigó si las expresiones que la carta del ministro

atribuye al vicepresidente Franco, contra el presidente Lugo son

ciertas.

En el caso de ser ciertas, los medios no comentan si el

lugar y la oportunidad eran las mejores para expresar sus

discrepancias. Una embajada extrajera, la presencia de una

embajadora y los militares de USA.

Se pone el acento en los términos presuntamente “groseros” de la

Carta, lo que puede interpretarse como un método para ignorar los

temas de fondo. Opiniones que pueden considerarse impropias de

un vicepresidente frente a diplomáticos y militares extranjeros.

El país enfrente una situación bastante caótica. Se diluyen los liderazgos cada día, porque carecen de sustento ideológico y credulidad.

Ni políticos ni empresarios han propuesto un plan nacional de trabajo y desarrollo, que permita buscar colaboración nacional y apoyo internacional.

Este desorden conceptual se enfrente ahora a elecciones en las que se discuten meras posiciones personales carentes de proyectos concretos.

Solo divagaciones generales en las que la gente no cree, y generan escepticismo y desaliento.

Las más importantes y negativas actividades, el contrabando, el narcotráfico, la trata de personas, la evasión impositiva sigue constituyendo la clave del enriquecimiento de una minoría, desinteresada del conjunto de la nación.

A esta situación deben agregarse los enfrentamientos inútiles en el campo político, dentro y fuera del gobierno.

De allí que es tan importante fortalecer el Ministerio Público como un ancla para procurar evitar la desintegración nacional. No obstante las criticas y los desaciertos particulares, la comunidad cree en los fiscales, y atribuye sus equivocaciones a naturales debilidades de la condición humana.

Asunción 08. 03. 010

LA CLÁUSULA DEMOCRÁTICA Y LA PREOCUPACIÓN DE ABC

El editorial de ABC del 6 de julio propone tornar inútil la cláusula democrática votada por los países que integran el Mercosur, referida a la eventual amenaza a la estabilidad de los gobiernos de la región. La cláusula resuelve la intervención de los gobiernos en el caso de que se altere, o se intente romper el orden institucional, como ocurrió en Honduras.

ABC se escandaliza ante esta infame decisión, y en un texto dedicado a analfabetos por su oscuridad, señala que aplicar la cláusula democrática sería antipatriota y entreguista.

Conviene que este diario que se aproxima rápidamente a asumir el único rol de papel para envolver, explique el arbitrario uso del idioma, mediante el cual califica como entreguista y antipatriota, la voluntad de preservar la estabilidad de los gobiernos democráticos, de las amenazas exteriores o interiores.

La propuesta de ABC, enmascara la cláusula en una nebulosa suficientemente perversa para tornarla inútil. Aspira a que si se pusiera en evidencia una amenaza a un gobierno del área, los países no deberían tener autoridad ni poder de decisión, para intervenir a favor el gobierno en cuestión.

Para aclarar el tema, conviene entender que ABC pide comprensión y libertad para conspirar o para asociarse a la hipótesis de un golpe de estado, de manera de evitar que el objetivo golpista sea conjurado, por la intervención de los países firmantes del pacto de UNASUR.

Reclama el derecho de alterar la estabilidad institucional sin consecuencias para su estabilidad personal.

El fondo de la propuesta, matizada de estúpida adjetivación contra el canciller, busca imitar el lamentable episodio de Honduras, que culminó con el asesinato sistemático de opositores y la decisión patriótica de abrir las fronteras, a fin de promover la instalación de bases militares de un país extranjero cuyo puesto de comando no está precisamente en Marte o en Jüpiter.

ABC actualiza la definición de “cipayo” término que estaba en desuso, que cobra fuerza y vigencia merced al comentario de su editorialista. Existe el editorialista o es la opinión del director?

Friday, October 7, 2011

GENERALIDADES SOBRE EL DESORDEN

Existe interacción entre el desorden moral y el desorden académico. No se sabe cuál es primero y cual segundo, o si surgen simultáneamente en momentos de decisiones grandes o pequeñas.

Después de muchos años de gobierno autoritario el país tuvo oportunidad de hacer una nueva constitución, destinada a ordenar la vida institucional mirando hacia el futuro. Hizo lo contrario. Elaboró una constitución mirando el pasado, procurando que ningún poder del estado tuviera la libertad de acción y la autoridad suficiente para ejercitar su tarea. No se sabe si el desorden introducido por la constitución en la vida institucional, fue la consecuencia del desorden mental de los constituyentes.

Lo cierto es que hoy padecemos absurdos, morales y jurídicos, que alteran de manera aparentemente irreversible, la realidad nacional.

Dos personas pueden ser condenadas mediante la aplicación de una norma jurídica. Una de ellas denuncia la inconstitucionalidad de la norma, obtiene una decisión favorable de la Suprema Corte y sale en libertad. La otra continúa en la cárcel. La norma fue invalidada por inconstitucional, solamente para el primero. La acordada de la Corte carece de valor universal. El segundo continuará preso. Parece cosa de locos.

El Parlamento inició una acción tendiente a que la Corte resuelva si el decreto 117 es inconstitucional. En el caso de que confirme su inconstitucionalidad, la acordada será válida solamente para el Parlamento y para la Suprema Corte. Para el resto del país será constitucional. Parece de locos.

Por eso el desorden académico e institucional genera desorden moral. Los partidos son dueños de las bancas de los legisladores e integran las listas de candidatos. Cuando el partido es votado por el pueblo, el legislador se sienta en la banca. Como consecuencia del desorden moral e institucional supone, erradamente, que la banca es propia. Entonces, si le da la gana se pasa al adversario.

Ignora el hecho de que nunca hubiera obtenido esos votos por sus propios méritos. La ambigüedad institucional y el desorden moral fabricó abogados, verdaderos profesionales en la distorsión de la realidad y la chicana, y legisladores expertos en un errático tránsito por diversos sectores políticos, según sus aspiraciones personales. También según el oportunismo generado por su ambigüedad moral.

Esto es posible por la Constitución que supimos conseguir. La metodología parece haber sido la confusión, el desorden mental y moral y la inseguridad hacia el futuro.

Ocurre por legislar mirando el pasado.

Me pregunto quien hará una propuesta inteligente para superar estos absurdos jurídicos, que implican un lamentable trastorno moral.

LOS MALOS Y LOS BUENOS

El presidente Bush introdujo una categoría para definir amigos y enemigos. No es original. Encontramos esa definición en los film del salvaje oeste norteamericano, donde los indios son invariablemente los malos y los cow boys buenos. Claro esta que las películas no están hechas por los indios. Si así fuera, posiblemente cambiarían los roles.

No se puede decir que sea bueno un tipo que estrella un avión de pasajeros, con los pasajeros adentro, contra un edificio en una gran ciudad. Lo que ocurre es que la sola definición de malo, no parece suficiente para la gente madura, que sabe que los conceptos sencillos, pueden ser impactantes desde el punto de vista publicitario, pero son generalmente equivocados.

Podía esperarse del presidente de la mayor potencia del mundo una reflexión más sólida, de mayor contenido, como para que la gente acepte, aún a regañadientes, la división maniquea entre buenos y malos.

No podemos admitir que la guerra sea solamente consecuencia de la conducta de los malos contra los buenos, porque en ese caso sería difícil atribuir esa condición a unos u otros. Las guerras se inician generalmente porque los actores suponen que los mueve una imperiosa voluntad de justicia, postergada por la acción del enemigo que se proponen atacar. También se hace la guerra para calmar el hambre, para recuperar un territorio perdido transitoriamente o para incorporar otro, con el objeto de ampliar la seguridad estratégica.

Existen otras razones para iniciar una guerra. La lucha por los mercados, por el control de las materias primas, por los alimentos, por la riqueza de los mares, por el petróleo, la electricidad o los minerales. Por la depredación de los bosques, por la miseria material. Se puede hacer una guerra hasta morir, para rescatar el derecho a la vida. Todas estas posibilidades pueden darse en la realidad y se dan. Basta mirar un poco la historia antigua o reciente.

De manera que la división, de buenos y malos del discurso del presidente de la mayor potencia del mundo, parece por lo menos insuficiente o peligrosamente infantil. Me temo que los niños tampoco la toman al pie de la letra. Los niños ven televisión, a veces leen periódicos y estudian historia en el colegio. Saben que la realidad suele ser más compleja que la limitada cosmovisión del presidente Bush.

Me refiero a los chicos que ven televisión y comen todos los días. Otros se mueren de hambre o de pestes diversas, no tienen oportunidad de estudiar, y se pasan el día tirando piedras contra los tanques de acero de los buenos, según la notable evaluación del presidente Bush. La opinión política del presidente es aún más vasta. Resulta que el mundo, una entelequia imprecisa, acompaña el pensamiento y las acciones de los buenos, que son forzados a descargar millones de dólares en explosivos sobre un puñado de malos, escondidos en las montañas de Afganistán.

Es extraordinario que la vida sea así de simple. También la muerte